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México, 30 Mar. (Notimex).- Los claroscuros del presidente Porfirio Díaz, su proceder en la política, sus errores y virtudes, fueron los puntos que levantaron polémica y opiniones encontradas entre los escritores Guadalupe Loaeza, Patricia Galeana y Pedro Salmerón, al participar en la II Feria del Libro de la delegación Azcapotzalco.
En la mesa redonda "Revisando a Porfirio Díaz", realizada anoche, Loaeza, autora de libros como "Las niñas bien", recordó para empezar que hace unos días en su columna periodística preguntó a sus lectores si estarían de acuerdo que regresaran al país los restos del general, que reposan en París.
Refirió que un 80 por ciento respondió que sí, "porque lo extrañaban" y "sus restos deberían estar aquí en su país".
La historiadora Patricia Galeana dijo enseguida que no debería extrañar que los lectores del periódico en el que colabora Loaeza respondieran así, pues si se hiciera la pregunta a quienes leen medios de otra tendencia la respuesta sería lo contrario.
Ambas coincidieron en que Díaz fue un personaje entrañable o destestable, y mientras Loaeza afirmó que para las personas que tienen la oportunidad de viajar a París es obligatorio visitar la tumba del exmandatario, Galeana opinó lo contrario.
En el ámbito político, la historiadora comentó que Díaz fue un político muy mañosos, ya que hacía una especie de simulacros al anunciar que se iba del poder, lo que sólo era para ubicar a quienes pretendían ocupar su lugar y "cortar cabezas".
Al respecto, Pedro Salmerón afirmó que la dictadura de Porfirio Díaz no se mantuvo por la fuerza sino por el consenso y que "él ejercía una aplicación quirúrgica momentánea de la fuerza".
Los tres escritores coincidieron en que el expresidente de México tuvo una personalidad carismática, siempre permanecía erguido y usaba bastón, aun y cuando no lo necesitaba, porque, a decir de él, este apoyo le daba mayor personalidad y le mantenía a la moda.
Tras aclarar que no es totalmente porfirista, Loaeza dijo que "Porifirio era un dictador, grillo, yo creo que era priísta, un hombre muy digno pero terrible; aunque benefició con concesiones a las 300 familias ricas de ese México, que robaban, pero Díaz se hacía de la vista gorda y los protegía", acotó.
Loaeza, Galeana y Salmerón recordaron frases fuertes de él como "fuimos muy duros hasta llegar a la crueldad, pero los resultados lo han justificado" o "fue mejor derramar una poco de sangre para salvar a muchos".
También los tres hicieron comparaciones de aquel tiempo con situaciones que se viven hoy en día.
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